Dr. Julián Ezquerra. |
Con
motivo de su XXII Aniversario, el diario EL BOLETÍN.COM ofrece una
tribuna de Julián Ezquerra Gadea, secretario general de AMYTS, que
reproducimos íntegramente por su interés:
"El pasado 30
de septiembre era la fecha fatídica que la Consejería de Sanidad
había establecido como final del proceso privatizador que entregaría
a manos de empresas privadas la gestión de seis hospitales públicos.
Pero ha pasado la misma y este absoluto despropósito,
afortunadamente, no se ha consumado.
Y no la ha
hecho gracias a la presión incesante de profesionales, pacientes, y
ciudadanos en general, que de forma reiterada hemos manifestado
nuestro más profundo rechazo. Se han convocado jornadas de huelga,
concentraciones, encierros y manifestaciones de forma continuada
desde que un desagradable día 31 de octubre de 2012, la Consejería
de Sanidad anunció su plan de sostenibilidad.
La reacción
fue inminente, hasta el punto de que comenzó con un estallido social
y profesional en el Hospital de La Princesa, en pleno puente de todos
los santos. Fue tal el descontento que generó, que todo el hospital
se levantó al unísono contra un plan que todos rechazamos. Pronto y
de forma espontánea, la movilización contra el plan de la
Consejería se extendió, y colectivos de profesionales y pacientes,
a través de sindicatos, organizaciones profesionales, asociaciones
de deferente índole, etc. levantaron su voz de forma clara y
contundente.
La respuesta
podemos afirmar que sorprendió a todos, pues es la primera ocasión
en la que una medida que pone sobre la mesa un gobierno legítimo, es
contestada de forma unitaria por oposición y sociedad civil. Nunca
algo similar se había visto en los años de democracia, lo que debe
hacer pensar que la sociedad no está muerta, que está muy viva y
vigilante cuando de preservar lo que se considera un pilar básico
del estado de bienestar se trata.
El Gobierno
de Madrid y en especial la Consejería de Sanidad no habían contado
con esta reacción, que a lo largo de los siguientes meses ha servido
para poner de manifiesto que por encima de ideologías, apriorismos,
viejas rencillas, y diferencias habituales, está lo que nos une: la
defensa de un Sistema Sanitario Público, universal, de gestión
pública y prestada por empleados públicos.
Hemos sufrido
todos un considerable desgate y agotamiento a lo largo de estos
meses. Las huelgas han pasado factura a profesionales y pacientes.
Las manifestaciones han sido difíciles de mantener, los encierros
fueron duros y penosos. Pero todo se ha podido sobrellevar y aún
cada mes salimos a la calle en defensa de nuestras reivindicaciones.
Y así seguiremos hasta que demos por finalizado este absurdo
empecinamiento de la Consejería de Sanidad.
En paralelo
con las medidas anteriormente mencionadas, diferentes organizaciones
hemos realizado un importante esfuerzo económico para sufragar las
reclamaciones judiciales que han llevado a los tribunales todo el
proceso privatizador. Y lo hemos hecho con nuestros propios recursos
económicos, tanto de afiliados/asociados, como con aportaciones
voluntarias, lo que hace si cabe aún más loable este hecho.
Por fin, a lo
largo del mes de septiembre, el Tribunal Superior de Justicia de
Madrid (TSJM), comienza una cascada de pronunciamientos que suspenden
cautelarmente el plan privatizador y pone contra las cuerdas a un
consejero y todo su equipo, además del propio Gobierno de la
Comunidad de Madrid. Estos, en lugar de reconocer su error y
rectificar, deciden lanzarse a una huida hacia adelante sin
precedentes, lo que les llevara indefectiblemente a la pérdida de
confianza de los profesionales y pacientes.
Incapaces de
reconocer sus errores, los gobernantes y el partido que los sustenta
han decidido no escuchar el clamor social y apuestan por continuar
con un plan que está finiquitado, tanto social como judicialmente.
En breve entramos en el terreno que a los políticos más les
preocupa, los periodos electorales, únicos en los que solo prometen
y prometen lo que posteriormente acostumbran a incumplir.
Para
finalizar, solo una pequeña reflexión. Los profesionales entendemos
que el sistema sanitario necesita algunos cambios, que se debe
adaptar a las necesidades del momento, que debemos ser rigurosos en
el gasto público, y que hay que introducir modificaciones que hagan
que nuestro sistema sobreviva a la profunda crisis económica y
social que sufrimos. Pero que estos cambios se realicen desde dentro,
con los profesionales, colaborando todos en su diseño.
No podemos
admitir un cambio tan radical y destructivo como el propuesto y
encima bajo la tutela de unos profundos desconocedores del sistema.
Estamos dispuestos a debatir, analizar, proponer, consensuar, pactar,
acordar, etc. lo que sea necesario para garantizar la supervivencia
de un sistema sanitario universal, público, de gestión pública y
prestado por empleados públicos, pero también digo que lo haremos
con un nuevo consejero y su nuevo equipo, razón por la que solicito
que por decencia política presente la dimisión el señor consejero
de Sanidad D. Javier Fernández Lasquetty".
Julián Ezquerra Gadea,
Secretario general de AMYTS