domingo, 20 de julio de 2014

CON FIRMA, ¿Se puede confiar en un gobierno que traiciona su propia firma?, por Julián Ezquerra


Dr. Julián Ezquera.
Esta pregunta nos la hicimos en el informativo de AMYTS de esta semana, y aunque es dura, no deja de ser muy acertada y de la máxima actualidad. La credibilidad de un gobierno no solo pasa por sus promesas, sus anuncios, sus programas, etc., sino por el cumplimiento de lo que refrendó con su firma y se publicó en el BOCM.

El año 2007 vio como el día 7 de febrero se publicaban los acuerdos de Mesa Sectorial que hablaban de interinos, carrera, mejoras varias y, en definitiva, la puesta en marcha de demandas históricas. Fueron unos acuerdos bien recibidos por los profesionales y que ponían solución a problemas de años de duración.

Parte de esos acuerdos se cumplieron de inmediato, pero muchos de ellos quedaron en texto escrito y no desarrollado, pues la Administración de forma sistemática retrasaba la aplicación de los mismos, siempre bajo el argumento de que no incumplía los acuerdos pues su voluntad era cumplirlos. Este incumplimiento al menos parecía solo un retraso, pues seguían vigentes y la Administración decía que “tenía voluntad de cumplirlos”.

Vino la crisis económica, y desde los gobiernos central y autonómico se ponen en marcha medidas que siempre terminan por afectar a los administrados, y muy poco a quienes administran. Deciden que se paraliza, suprime, anula, revoca, suspende, enmienda, deroga…etc. lo que antes había sido aprobado y en muchos casos acordado con los representantes de los trabajadores. Cambian leyes, dictan decretos y órdenes, y lo hacen de forma unilateral y contra la opinión de los partidos de la oposición y de los representantes sociales, y además suspenden unilateralmente los acuerdos que se alcanzaron con los representantes en Mesa Sectorial. Si para acordar hace falta la participación de las partes, para modificar el acuerdo debería ser también necesario.

Y así llegamos a estas alturas de 2014, con gobiernos que “sacan pecho” ante la situación económica, que se cuelgan medallas por lo bien que están saliendo de la crisis gracias a ellos y a sus medidas, con presentación de datos económicos que permiten afrontar el futuro con optimismo, etc. Y en este sentido debo decir que si esto es así y se confirma, me alegra por el bien de todos los ciudadanos, entre los que también nos encontramos los profesionales que desempeñamos nuestro trabajo en el sector público. Todo ello en un contexto de convulsión electoral, y de cercanía al momento clave en democracia: elecciones en el horizonte cercano. ¿Es esta la causa de sus desvelos, de sus intentos de acercamiento hacia profesionales y ciudadanos en general, del intento de “recomponer relaciones maltrechas”, de superar el grave conflicto que hemos tenido en Madrid?. Todos intuimos que sí, pero si este es el camino para lograr recuperar el acuerdo de 2007 y lo que representa para los profesionales, bienvenido sea.

En este contexto el Gobierno de Madrid anuncia a través de su presidente Sr. González la conversión de contratos de eventuales en interinos para 5.000 profesionales. Nos alegra que se beneficien de esta medida muchos profesionales, cómo no. Lo que nos gustaría es que se hiciera interinos a todos los eventuales según lo acordado en 2007, no solo a una parte. Y ahora viene el pero, pues pretenden, en el caso de los facultativos, hacerlo mediante un sistema que permite valorar no solo los ya conocidos criterios de igualdad, mérito y capacidad, sino también introduciendo “un poco” de valoración de las aportaciones personales, o lo que es lo mismo, abrir la puerta a la subjetividad y por ende a la aparición de posible arbitrariedad, cuando no de simple discrecionalidad. Y no podemos dudar del interés y buena disposición de quienes pudieran constituir el tribunal evaluador. Simplemente, este modelo aporta cierto grado de subjetividad.

En una reunión con el Consejero, los responsables de AMYTS le hicimos ver lo injusto de la situación que se vive en Madrid en relación con el cumplimiento parcial y posterior suspensión de los acuerdos de 2007 en lo que hace referencia a la Carrera Profesional. No es de recibo, es injusto y carece de toda lógica que se discrimine a los nuevos médicos en función del momento en el que han accedido a su plaza fija. No puede ser que facultativos fijos estén haciendo lo mismo y cobrando diferente. No es de recibo que los aproximadamente 2.600 compañeros que han consolidado su plaza como fijos, tengan nivel de carrera asignado desde 2007 y ahora que ya son fijos no se les abone. Sé que no fue apropiado dejar fuera de la Carrera a los interinos o eventuales, que en ese momento es posible que se les dejase al margen siempre bajo la idea de que en breve con los procesos de consolidación, ser fijo sería lo habitual. Visto desde la perspectiva actual, creo firmemente que esto hay que retomarlo y exigir que se reconsidere la situación. Solo la convocatoria habitual y periódica de OPEs puede hacer que esta situación no se convierta en discriminatoria. Por ello creo que sería oportuno revisar el modelo de Carrera Profesional y hacer las adaptaciones necesarias para que nadie se pueda ver perjudicado por la situación administrativa que padecemos.

Ahora el Consejero, en relación a la carrera profesional, dice en una entrevista (http://www.redaccionmedica.com/noticia/rodriguez-las-ccaa-nos-deben-59-millones-que-no-nos-paga-nadie-4452): “lo primero que vamos a hacer es arreglarlo para que todos la perciban”. Pues si es así, bienvenida sea la noticia, y esperemos y confiemos en que este anuncio se plasme en algo justo que creo merecemos.

Desde AMYTS, decimos: Interinos SI, Carrera SI, y también todos los acuerdos de 2007, pero en su integridad, sin artefactos, sin recortes, sin cambios, solo aplicar TODOS los acuerdos en su justo término. Los profesionales lo merecen, y la Administración debe entender que es oportuno ponerlos en marcha nuevamente.

Pero debo responder a la pregunta que da título a este con firma y mi respuesta es clara: en estos momentos no podemos confiar en un Gobierno que traiciona su propia firma, pero existen bases suficientes para que cambie de sentido esta respuesta, y está en sus manos que así sea.

Y para terminar, y como ya es habitual, recordar una frase sobre el tema objeto de este artículo: "La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura". (Vicente Espinel, escritor español 1564-1616.)
 
Julián Ezquerra Gadea,
secretario general de AMYTS