Dra. Ángela Hernández Puente. |
Como responsable del
sector de Atención Hospitalaria de AMYTS tengo una profunda
inquietud por el futuro y perspectivas de los facultativos eventuales
del SERMAS.
En el panorama de la
sanidad madrileña (y probablemente española) hay puntos fuertes,
puntos débiles, reformas que casi nadie pone en duda que se tienen
que poner en práctica para asegurar la estabilidad del excelente
sistema del que disponemos, y mucha discrepancia en cuanto a qué
reformas, la forma de llevarlas a cabo y la valentía de llevarlas
adelante.
Desde la perspectiva de
un sindicato profesional, hemos asistido con enorme preocupación y
creciente sentimiento de alarma a los acontecimientos de los últimos
años.
Lejos de trabajar hacia
la racionalización de recursos y al análisis sereno y objetivo de
situaciones, asistimos a la paradoja de tener un Plan de Recursos
Humanos aprobado en abril del 2013, cuando no disponemos oficialmente
de las plantillas orgánicas de los hospitales. A fecha de hoy las
prometidas plantillas siguen sin estar disponibles.
Repasemos algunas
definiciones:
- Plantilla funcional:
clases de puestos de trabajo que pueden existir en los Centros
Asistenciales.
- Plantilla orgánica o
presupuestada: se define como el conjunto de los puestos de trabajo
recogidos en la plantilla funcional que están dotados
presupuestariamente. Fija el máximo de efectivos con que
debe contar el sistema para su funcionamiento. Pretende
determinar las plantillas equilibradas por centro para garantizar la
asistencia.
- Extraplantilla:
forman la extraplantilla el personal nombrado con carácter
provisional que no ocupan un puesto de trabajo dotado
presupuestariamente (por ej. Personal eventual y personal sustituto).
La dotación
presupuestaria depende no solo de los deseos o buena voluntad de la
Consejería de Sanidad, sino de la Consejería de Hacienda.
¿Qué es lo que me
preocupa tanto?
Calculando que existan
unos 4.000 facultativos eventuales trabajando actualmente en el
SERMAS (de esto, como de tantas otras cosas, no disponemos de
estadísticas oficiales), con prolongación de contratos sucesivos
que oscila entre más de 15 años y los últimos contratados. La
inmensa mayoría son de más de dos años de duración, dado que en
los últimos dos años las contrataciones han sido mínimas y la
reposición de personal jubilado no ha excedido al 10 % de las plazas
amortizadas. Ahora, maquillándolo de concesión a los profesionales,
ofrecen 5.000 interinidades. Por proporciones
facultativos/enfermería/auxiliares unas 1.200 corresponderían a
facultativos.
Sigamos haciendo
cuentas. 4.000 menos 1.200 son 2.800. ¿Qué va a pasar con esos
2.800 facultativos eventuales restantes? Tienen contrato hasta
diciembre, pero en medio habrá una nueva elaboración de
presupuestos para el año que viene. El año que viene hay elecciones
autonómicas, pongamos que dejan las cosas como están hasta junio. O
hasta las elecciones generales. Pero el tiempo pasa. Y llegará
diciembre de 2014, junio de 2015 y diciembre de 2015, y todos estos
facultativos seguirán a la espera de si se producirá o no una
próxima renovación, un contrato más que añadir a la gruesa
carpeta, que en el colmo de la falta de respeto a veces se ha llegado
a producir a fecha pasada con el personal trabajando y haciendo
guardias en una situación de desprotección intolerable.
Es un funcionamiento de
locos. Se ha deformado, estirado, abusado y mal utilizado el contrato
eventual como una forma de mantener la flexibilidad en las
contrataciones y de paso asegurar la ausencia de voces en contra.
¿Quién se va a atrever a abrir la boca cuando tu contrato se va
renovando de seis en seis meses o, como durante partes del “periodo
externalizador” de octubre de 2012 a enero de 2014, de mes en mes
obligando a “disfrutar” las vacaciones cada mes? ¿Quién va
negarse a trabajar más horas o de determinada forma cuando existen
contratos eventuales al 50 y 75% y un paro médico creciente?
Repasemos: excelente
nota de selectividad para acceder al Máster de Medicina. Seis años
de facultad. Un año de preparación del MIR. Una especialidad que
oscila entre los 4 y los 5 años… ¿Para acabar con un contrato
eventual eterno?
No más propaganda. Lo
único justo es el cumplimiento de los acuerdos del 2007, en los que
las plazas de eventuales de más de dos años de duración se
deberían considerar estructurales y dotar como interinidades.
Entiendo que dichas plazas son necesarias para mantener los
estándares de atención y calidad de la sanidad madrileña, pues de
otra forma se está asumiendo que se han hecho las cosas mal, que se
han hipertrofiado plantillas a sabiendas, que hay mucho que
profesionalizar, despolitizar y que mejorar en la gestión pública
de los recursos públicos, sobre todo en una materia tan sensible y
del calado de la Sanidad.
Caso de que la
Administración continúe adelante y las interinidades sean menos de
los puestos de eventuales de más de dos años, dicha asignación
tiene que ser lo más objetiva y justa posible conforme a unos
criterios públicos e iguales para todos en un proceso que no va a
ser nada fácil, ya que todos son profesionales que llevan trabajando
para el SERMAS y demostrando su valía y profesionalidad. Es vital
evitar discrecionalidad e injusticias, ya que cada situación tiene
detrás a un excelente profesional.
Así que pediría al
Director General de Recursos Humanos, al Consejero de Sanidad o al
Presidente de la Comunidad, que respondieran una sencilla pregunta:
si van a crear para facultativos menos interinidades que los
eventuales de más de dos años de duración actualmente existentes…
¿qué va a pasar con ese número de eventuales en el próximo
presupuesto de noviembre? ¿Van a ir “no renovándolos” de forma
paulatina, como dramas individuales? ¿Van a mantener ese tipo de
contratación vergonzosa para con unos profesionales cuya labor no
dejan de ensalzar en el mantenimiento de los estándares y calidad de
la sanidad madrileña?
Los médicos de Madrid
necesitamos algo más que palabras y buenas intenciones, necesitamos
contratos decentes, acabar con esta precariedad inaceptable, para
continuar haciendo lo que más nos gusta hacer, que es atender lo
mejor posible al paciente.
Personalmente, creo que
el tema de planificación de recursos humanos en lo tocante a
facultativos en la Comunidad de Madrid es un tema que con tanto
vaivén (área única, plan de “sostenibilidad”...) se le ha ido
de las manos a la Consejería de Sanidad, y me recuerda terriblemente
al monólogo de Roy Batty (Nexus 6) en Blade Runner (Ridley Scott,
1982). Esperemos que termine mejor para los facultativos eventuales
de la Comunidad de Madrid que para los replicantes… aunque seguro
que en sus años de contratos precarios habrán visto más de una
cosa que no creeríais.
“Es toda una
experiencia vivir con miedo, ¿verdad?
Eso es lo que significa
ser esclavo.
Yo he visto cosas que
vosotros no creeríais.
Atacar naves en llamas
más allá de Orión.
He visto Rayos C
brillar en la oscuridad,
cerca de la Puerta de
Tannhäuser.
Todos esos momentos se
perderán en el tiempo,
Como lágrimas en la
lluvia.
Es hora de morir.”
Roy
Batty (Nexus 6) en Blade Runner (Ridley Scott 1982)
Ángela Hernández Puente,
presidenta del Secor de Hospitales de AMYTS