sábado, 9 de noviembre de 2013

CON FIRMA. "Tiempo de represalias", por Joaquín Pérez Argüelles

Dr. Joaquín Pérez Argüelles.
Dicen que los animales salvajes heridos de muerte incrementan su agresividad y se vuelven extremadamente peligrosos; utilizan ese potencial como postrero instinto de supervivencia. El ser humano, como animal político, herido de rechazo público por su prepotencia, se convierte en un suicida lleno de rencor, animadversión y sed de venganza.








El pasado mes de octubre asistimos a la paralización del proceso privatizador de seis hospitales madrileños por el TSJM, con el consiguiente fracaso del partido gobernante en su inquietante afán de cambiar el modelo sanitario vigente, que tantos éxitos ha dado a la Sanidad madrileña. Y llama la atención que ante las diferentes demandas presentadas contra la externalización de hospitales, esta paralización sea llevada al pleno del TSJM, con la satisfacción consiguiente de la Consejería de Sanidad, que parece tener puesta su confianza en que esta maniobra, inhabitual en la historia de dicho tribunal, termine en una decisión favorable a sus propuestas.

Era de esperar una respuesta agresiva de políticos que tienen sus días de servicio público contados (cual animales heridos de muerte), como coletazos de un poder que no han sabido gestionar y les ha venido demasiado grande. Han confundido el sagrado deber de un servidor público para con todos los ciudadanos, convirtiéndolo en una posibilidad de negocio con pingües beneficios para intereses privados que pueden sentir como cercanos, aún a costa del interés general.

Como respuesta a la defensa de una Sanidad Pública de calidad, los gestores políticos madrileños inician una cascada de represalias contra aquellos que han mostrado su crítica ante métodos tan prepotentes y autoritarios, expulsándolos del sistema sanitario público: despiden a eventuales con contratos precarios con más de 10 años de antigüedad; fuerzan la jubilación a los 65 años de médicos de reconocido prestigio, abren expedientes de forma alarmante sancionando como faltas muy graves actuaciones que nunca se habían tipificado de esta forma, por el hecho de anteponer su juicio clínico a criterios administrativos, lo que conlleva riesgos para sus pacientes; y convierten la Productividad Variable, único concepto incentivador de nuestro sistema retributivo, en una nueva rebaja salarial que añade una mayor pérdida de poder adquisitivo a un sector ampliamente castigado desde hace varios años.

Es triste observar el deterioro producido en la Sanidad Pública, que había logrado ser referente en la Medicina mundial, gobernada por la ignorancia, la prepotencia y el afán de lucro que van a conducir al desmantelamiento de nuestro modélico Sistema Sanitario Público.

El caos en la sanidad madrileña es patente: dos Consejeros de Sanidad y la cúpula actual del SERMAS están imputados ante los tribunales; los dos primeros han estado en un Gobierno dirigido por Dª. Esperanza Aguirre, y la ex-Presidenta, máxima responsable de las decisiones tomadas durante su Gobierno, en el momento que consideró oportuno abandona el barco y deja un conflicto impresionante en la sanidad madrileña para dedicarse a trabajar su futuro que no sabemos hacia dónde se encamina, aunque es fácil suponerlo.

Es responsabilidad de los cargos políticos nombrados por el PP madrileño, y del propio partido, que nuestro sistema sanitario se esté degradando lentamente. En última instancia, es responsabilidad del Presidente de la comunidad, Sr. González.

La mayor grandeza que se puede esperar de un político responsable sería la admisión de su error y el relevo de su puesto para dejar a otros que gestionen con la mirada puesta en la sociedad. Desgraciadamente, no parece que nuestro país este dotado de políticos dispuestos a asumir su trabajo como un servicio prioritario al ciudadano y que renuncien a privilegios desorbitados e inmorales.

 Nuestra oposición ante posturas tan radicales y nada consensuadas debe ser nuestro aliciente para proponer cambios que conduzcan al mantenimiento del SNS, haciéndolo más flexible y eficiente. 

Dr. Joaquín Pérez Argüelles
Secretario de FEMYTS