sábado, 6 de julio de 2013

CON FIRMA."Los servicios médicos de emergencias. Desde la fundación hacia el futuro", por César García-Patrón

Dr. César García-Patrón.
El modelo español de emergencias médicas extrahospitalarias se ha desarrollado fundamentalmente a partir de finales del pasado siglo sobre el entramado del Sistema Nacional de Salud y en continuidad de servicios de emergencia muy diversos, entre los que destacaban los prestados por Cruz Roja y la DYA, los facilitados por las unidades de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social y algunos otros basados en el voluntariado, sobre todo en el campo de la seguridad vial.








Es en los años 80 cuando las primeras sociedades científicas detectan las altas cifras de mortalidad extrahospitalaria, fundamentalmente producidas por patologías cardiacas y accidentes de tráfico, Y alertan a los poderes públicos de la necesidad de dotar con más y mejores recursos a las unidades de urgencia extrahospitalarias. Esa demanda logra activar la creación de secciones sanitarias en diversos cuerpos, como Bomberos y Salvamento, dedicados a la emergencia médica extrahospitalaria, como el servicio del 1006 en Ciudad Real, así como la inversión en parques de unidades móviles medicalizadas que se ponen al servicio de dispositivos mixtos Insalud - Protección Civil o con las que se dotan a otros operadores como la DGT, Cruz Roja o Cuerpos de Bomberos.

En 1984 la Sociedad Española de Medicina Intensiva elabora el Plan de Actuación Sanitaria de Urgencia que sienta las bases para la creación de un Sistema de Asistencia Médica de Urgencia. A partir de esa misma época y en función de los nuevos desarrollos orgánicos que tienen lugar en la sanidad pública española - creación de los Servicios de Salud a escala de las Comunidades Autónomas, transferencias de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social- se van creando sin solución de continuidad diversos sistemas territoriales de atención de emergencias médicas. En ese desarrollo tienen también una presencia decisiva las corporaciones locales a través de distintas iniciativas, así como diversos servicios de emergencia, rescate, protección civil y bomberos.

El comienzo del desarrollo de los servicios de urgencia o emergencia extrahospitalaria, con teléfono 061 o con otros números distintos, tuvo lugar a partir del informe del Defensor del Pueblo de 1988 y de las recomendaciones del Comité Europeo de Salud presentadas al Consejo de Europa en 1988. El impulso de estos servicios comenzó en el principio de los años 90, sobre todo en las CCAA transferidas y, un poco más tarde, en el territorio INSALUD, en coexistencia en algunas aéreas con otros servicios de emergencia médica dependientes de Servicios de Fuego y Rescate o dirigidos desde otras dependencias institucionales - locales o regionales- distintas de las sanitarias. Los centros 112 se desarrollaron a mediados de los años 90, en base a la transposición de la directiva europea por el RD de 1997, que regula el acceso al servicio de urgencias y emergencias a través del 112 y en paralelo con los servicios de emergencias sanitarios. Con más vigor y apoyo institucional y económico, a final de los años 90 comenzó la integración de muchos de los Servicios de Emergencias Médicos o sanitarios (061 u otros números de acceso telefónico) en los centros 112.

Todo el sistema se consolida mediante el RD103/2006, que se establece la cartera de servicios del SNS y regula por primera vez las prestaciones de urgencia y emergencia. El dibujo institucional de los SEMs es, a estas alturas, el propio de un sistema complejo y diversificado pero con crecientes elementos de consolidación.

Al igual que había ocurrido con la integración en el Sistema Nacional de Salud de las diferentes redes asistenciales públicas en torno principalmente a la de mayor extensión (la de la Seguridad Social), los Ser vicios de Urgencia y Emergencia Médica de las CCAA van integrando o coordinando los diferentes dispositivos asistenciales de urgencias en el sistema público del SNS, lo que no es óbice por otro lado para que, debido a sus propios objetivos y funciones, también se coordinen (y en algún caso se integren) con otros servicios de emergencia no propiamente sanitarios, como los de salvamento y rescate a través del 112.

El futuro va encaminado hacia la generación de equipos de profesionales de urgencias de todos los niveles asistenciales, tanto de Atención Primaria como de Hospitales y de los servicios extrahospitalarios de emergencias sanitarias, altamente cualificados e integrados y fácilmente accesibles e identificables por parte de toda la población. De aquí se genera la necesidad de la creación de una especialidad que unifique toda la formación, tan especifica y peculiar, necesaria para alcanzar los niveles de excelencia requeridos para el desarrollo de esta profesión.

César García-Patrón Abed
Médico de emergencias. AMYTS