Dr. César García-Patrón. |
El
modelo español de emergencias médicas extrahospitalarias se ha
desarrollado fundamentalmente a partir de finales del pasado siglo
sobre el entramado del Sistema Nacional de Salud y en continuidad de
servicios de emergencia muy diversos, entre los que destacaban los
prestados por Cruz Roja y la DYA, los facilitados por las unidades de
la asistencia sanitaria de la Seguridad Social y algunos otros
basados en el voluntariado, sobre todo en el campo de la seguridad
vial.
Es
en los años 80 cuando las primeras sociedades científicas
detectan las altas cifras de mortalidad extrahospitalaria,
fundamentalmente producidas por patologías cardiacas y accidentes
de tráfico, Y alertan a los poderes públicos de la necesidad de
dotar con más y mejores recursos a las unidades de urgencia
extrahospitalarias. Esa demanda logra activar la creación de
secciones sanitarias en diversos cuerpos, como Bomberos y Salvamento,
dedicados a la emergencia médica extrahospitalaria, como el
servicio del 1006 en Ciudad Real, así como la inversión en
parques de unidades móviles medicalizadas que se ponen al servicio
de dispositivos mixtos Insalud - Protección Civil o con las que se
dotan a otros operadores como la DGT, Cruz Roja o Cuerpos de
Bomberos.
En
1984 la Sociedad Española de Medicina Intensiva elabora el Plan de
Actuación Sanitaria de Urgencia que sienta las bases para la
creación de un Sistema de Asistencia Médica de Urgencia. A partir
de esa misma época y en función de los nuevos desarrollos
orgánicos que tienen lugar en la sanidad pública española -
creación de los Servicios de Salud a escala de las Comunidades
Autónomas, transferencias de la asistencia sanitaria de la
Seguridad Social- se van creando sin solución de continuidad
diversos sistemas territoriales de atención de emergencias
médicas. En ese desarrollo tienen también una presencia decisiva
las corporaciones locales a través de distintas iniciativas, así
como diversos servicios de emergencia, rescate, protección civil y
bomberos.
El
comienzo del desarrollo de los servicios de urgencia o emergencia
extrahospitalaria, con teléfono 061 o con otros números
distintos, tuvo lugar a partir del informe del Defensor del Pueblo de
1988 y de las recomendaciones del Comité Europeo de Salud
presentadas al Consejo de Europa en 1988. El impulso de estos
servicios comenzó en el principio de los años 90, sobre todo en
las CCAA transferidas y, un poco más tarde, en el territorio
INSALUD, en coexistencia en algunas aéreas con otros servicios de
emergencia médica dependientes de Servicios de Fuego y Rescate o
dirigidos desde otras dependencias institucionales - locales o
regionales- distintas de las sanitarias. Los centros 112 se
desarrollaron a mediados de los años 90, en base a la
transposición de la directiva europea por el RD de 1997, que regula
el acceso al servicio de urgencias y emergencias a través del 112 y
en paralelo con los servicios de emergencias sanitarios. Con más
vigor y apoyo institucional y económico, a final de los años 90
comenzó la integración de muchos de los Servicios de Emergencias
Médicos o sanitarios (061 u otros números de acceso telefónico)
en los centros 112.
Todo
el sistema se consolida mediante el RD103/2006, que se establece la
cartera de servicios del SNS y regula por primera vez las
prestaciones de urgencia y emergencia. El dibujo institucional de los
SEMs es, a estas alturas, el propio de un sistema complejo y
diversificado pero con crecientes elementos de consolidación.
Al
igual que había ocurrido con la integración en el Sistema
Nacional de Salud de las diferentes redes asistenciales públicas en
torno principalmente a la de mayor extensión (la de la Seguridad
Social), los Ser vicios de Urgencia y Emergencia Médica de las CCAA
van integrando o coordinando los diferentes dispositivos
asistenciales de urgencias en el sistema público del SNS, lo que no
es óbice por otro lado para que, debido a sus propios objetivos y
funciones, también se coordinen (y en algún caso se integren) con
otros servicios de emergencia no propiamente sanitarios, como los de
salvamento y rescate a través del 112.
El
futuro va encaminado hacia la generación de equipos de profesionales
de urgencias de todos los niveles asistenciales, tanto de Atención
Primaria como de Hospitales y de los servicios extrahospitalarios de
emergencias sanitarias, altamente cualificados e integrados y
fácilmente accesibles e identificables por parte de toda la
población. De aquí se genera la necesidad de la creación de una
especialidad que unifique toda la formación, tan especifica y
peculiar, necesaria para alcanzar los niveles de excelencia
requeridos para el desarrollo de esta profesión.
César García-Patrón Abed
Médico de emergencias. AMYTS