Dr. Juan José Rodríguez Sendín |
Nuestro
deber como médicos implica la defensa del paciente por encima de
cualquier otro interés, sin discriminación alguna, y la protección
de la calidad asistencial, procurando la mayor eficacia y eficiencia
en nuestro trabajo. El mejor exponente para lograrlo es el modelo de
Sistema Nacional de Salud (SNS) que nos hemos dado los españoles
desde hace más de treinta años.
Como
respuesta a la crisis, con el argumento de garantizar la
sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y mejorar la
calidad y seguridad de sus prestaciones, el Gobierno aprobó en abril
del 2012 el Decreto Ley 16/2012, con el que inició una serie de
medidas que cambiaban el modelo de SNS en cuestiones claves como la
universalidad y, también, las condiciones profesionales y laborales
de los médicos. A la par se ha procedido a jubilar obligatoriamente
a estos a los 65 años, rompiendo las expectativas de vida personal y
profesional construidas sobre las condiciones ofrecidas previamente,
afectando especialmente a aquellos que han dedicado su vida
profesional sólo al servicio público. Las plazas vacantes no han
sido repuestas y, cuando son imprescindibles, se realiza con empleo
precario
Se
ha sobrepasado el tope de lo que se debe recortar salvo que se
disminuya tanto prestaciones como calidad de los servicios. Sin
embargo el Programa de Estabilidad y de Reformas 2013-1016 del
Gobierno anuncia para el 2016 un % PIB del 5,3, en torno al 20% menos
que el actual. No hay ningún país de aquellos con los que nos
debemos comparar que invierta menos % PIB en Sanidad, ni tampoco
alguno, con un modelo sanitario alternativo al nuestro, con igual
cartera de servicios, resultados y menor coste.
La
Asamblea General de la Organización Médica Colegial se ha
reafirmado constantemente tanto en la defensa del SNS, por sus
excelentes resultados y por ser el más justo, como en el apropiado
equilibrio entre lo público y lo privado, que ahora peligra por
decisiones políticas que bajo el mantra de lograr mayor eficiencia
pretenden llevar al SNS hacia un modelo de privatización en favor de
entidades privadas con ánimo de lucro. Esto es lo que en Madrid
mantiene muy inquieta a la profesión y a la ciudadanía. Lo privado
hasta ahora era complementario, pero no sustitutorio.
Ante
tantos acontecimientos y despropósitos, podíamos no hacer nada
esperando que “pasara la tormenta” o denunciar la situación, y
sin abandonar posicionamientos, proponer soluciones e implicarnos.
Afortunadamente contamos con algo muy importante: la unión de las
Instituciones que representan a los médicos a través del Foro de la
Profesión Médica, un órgano en el que están englobados todas las
organizaciones médicas de ámbito nacional además del Consejo
Estatal de Estudiantes de Medicina. Todos teníamos claro que solo a
través de la denuncia y presión pública, pero también del diálogo
y la negociación, podíamos sentar las bases para garantizar el
modelo de SNS y frenar las medidas que lo están llevando por una
senda de deterioro.
La
solución a los problemas financieros derivados de insuficiencia
presupuestaria y de solvencia para responder con garantías a los
compromisos adquiridos no es desmontar lo público: no se puede
seguir diciendo que ‘el gato público no
caza ratones para que los cace el gato privado’,
porque los objetivos y condicionantes de ambos, en un sector tan
complejo como el sanitarios, son diferentes. Ni tampoco es propio que
administradores de lo público critiquen el servicio que precisamente
tiene la responsabilidad de gestionar. Ni se puede desviar la
atención de la insuficiencia presupuestaria tras años de
despilfarro creando hospitales y servicios que no eran necesarios ni
tenían justificación ni epidemiológica ni poblacional. Admitamos
entre todos que tenemos una crisis y que hay que arbitrar soluciones,
pero sin descalificar a aquellos que no han tenido ninguna
responsabilidad en ella salvo la parte correspondiente a las propias
de las mejoras posibles que en todos los ámbitos se deben producir.
.
Esta
situación fue la que nos movió a negociar con el Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y después de cinco meses de
trabajo, de encuentros y discrepancias, hemos conseguido cerrar un
Acuerdo, con la aprobación por unanimidad de las Organizaciones que
integramos el Foro, que tiene como objetivo prioritario garantizar a
toda costa el modelo de SNS que conocemos, recuperar la confianza y
frenar en lo posible el deterioro que desde nuestra perspectiva se
está produciendo.
Para
ello y sin entrar en detalles, lo primero que pedimos es recuperar el
consenso político y social roto tras el Decreto Ley mencionado
16/2012. Es imprescindible un Pacto por la Sanidad necesario para
evitar que en función del Gobierno central de turno o de los
gobiernos autonómicos que ostenten el poder en cada momento tengamos
modelos sanitarios diferentes. Nosotros estamos dispuestos a ayudar a
hacer posible ese pacto con las fuerzas políticas y para ello la
primera parte del Acuerdo se dedica a aquellas cuestiones que
consideramos básicas.
El
Acuerdo, incluye, además, el establecimiento de un marco legislativo
para un desarrollo eficaz de la gestión clínica. Nos otorgará
responsabilidades clínicas y también responsabilidades en la
gestión económica que llevaran aparejados incentivos en función de
resultados, algo que la profesión venimos pidiendo hace muchos años
pero nunca se había consolidado por el desinterés político en
época de bonanza y, tal vez, también por la coresponsabilidad que
conlleva para los profesionales este sistema.
Si
queremos avanzar en eficiencia, seguridad y calidad en la asistencia
sanitaria, los médicos tenemos que ocupar un papel fundamental en la
gestión y gobernanza del SNS. Y por ello, en este acuerdo, se recoge
la necesidad de una regulación diferenciada de nuestras condiciones
profesionales así como un espacio de negociación especifico para
las profesiones sanitarias para lo cual, son precisas las
adaptaciones legislativas oportunas.
El
acuerdo recoge también la promoción del empleo médico; el apoyo al
proyecto normativo que regule la Troncalidad; un modelo de desarrollo
profesional que comprometa al médico a mantener y mejorar su
competencia profesional; la promoción de la homogeneización de
criterios en modelo retributivos en las distintas comunidades
autónomas que eviten la brecha salarial que existe actualmente en
función de la comunidad autónoma donde se ejerza….
Algunos
colegas han mostrado su escepticismo sobre este acuerdo; otros,
incluso, su rechazo sin conocer si quiera el contenido del mismo.
Somos conscientes de que en una negociación, cada parte pone sus
condiciones y en todas se gana y se pierde algo. Pero, lo que está
claro es que había que intentar aproximar posiciones y con urgencia
porque de nada sirve pensar que alguien arreglará las cosas y mucho
peor es dejarlas en manos de los afiliados al pensamiento único.
Dr. Juan José Rodríguez Sendín
Presidente de la Organización Médica Colegial