Aprovechando
el contexto de denuncia contra la privatización sanitaria de la
Marea Blanca de domingo 27 de
octubre, el diario
EL PAÍS puso
de relieve al día siguiente varios
datos que revelan que Madrid bate récords en el incremento de las
lista de espera para las intervenciones hospitalarias. “Nunca desde
que, en 2004, se puso en marcha un plan específico en respuesta a la
promesa electoral de Esperanza Aguirre —aseguró en 2003 que
dimitiría si algún madrileño tardaba más de 30 días en pasar por
quirófano— había habido tantas personas esperando una operación:
65.913. Y nunca habían aguardado, de media tanto: 98,7 días. Por
primera vez se roza el número redondo de los 100 días.
Esta es la
demora que sufren los pacientes que, al rechazar la primera opción
que les ofrece Sanidad (suele ser una clínica privada) son
penalizados con esperas hasta siete veces superiores”. (...)
También
por primera vez, -afirma EL PAÍS- más de la mitad (52%) de los
pacientes que figuran en la lista de espera prefieren ser operados en
su hospital público y le dicen a Sanidad que no quieren ir a la
privada. Porque en realidad no se puede hablar de una sola lista de
espera, sino de tres.
Gráfico elaborado por EL PAIS |
A
diferencia del resto de España, un paciente no entra en lista cuando
su médico indica la intervención. En Madrid, lo hace tras pasar por
el anestesista, es decir, unos 30 días más tarde. Esa es la primera
lista: la de los que aguardan el preoperatorio. Después están los
que, haciendo uso de su derecho a la libre elección, quieren ser
operados en su hospital. Finalmente, está la “espera estructural”.
A estos pacientes sí se les opera en menos de 30 días: en 13,2 de
media, según los últimos datos, de agosto, proporcionados esta
semana por la Consejería de Sanidad. Antes, eso sí, han figurado en
la lista del anestesista, y han aceptado lo que Sanidad les ofrecía.
Por el truco de ganar 30 días en el preoperatorio el Ministerio de
Sanidad expulsó a Madrid del cómputo nacional en 2005. En 2012
volvió a ser admitida, pese a que no ha cambiado su manera de
proceder. Según una portavoz del Ministerio, “se transforman los
datos de manera que midan lo mismo que las otras comunidades”, es
decir, se hace una estimación, pero asegura que las cifras “son
comparables”.
Los
recortes acabaron con las jornadas de tarde en los hospitales, que
ahora se han sustituido por contratos de médicos al 50% de jornada
con los que se abren los quirófanos fuera del horario de mañana.
“No son suficientes”, dice Julián
Ezquerra, secretario
general del sindicato médico AMYTS.
“Las jubilaciones y los recortes han mermado mucho las plantillas”.