domingo, 27 de abril de 2014

SALUD LABORAL. Prepararse para evitar riesgos: brote de Ébola en África Occidental

Virus del Ébola.
Dentro de la alerta activada por los servicios sanitarios españoles en torno al brote de virus Ébola, AMYTS ha solicitado a la Consejería de Sanidad que dé las instrucciones necesarias para que todos los profesionales sanitarios conozcan las medidas a aplicar para su propia protección ante posibles casos importados de la enfermedad, y para que las tengan a su alcance. 

En este sentido, el Ministerio ya elaboró un protocolo de actuación al que diferentes comunidades autónomas ya han dado publicidad (ver, por ejemplo, Aragón o Cataluña). Desde luego, parece que con más rapidez que Madrid, de la que no tenemos evidencia de que haya hecho lo mismo.


Situación actual del brote

Tal y como recogen las páginas web tanto de la Consejería madrileña como del Ministerio de Sanidad, el brote se encuentra confinado en varios países de África occidental, principalmente en Guinea Conakry, con extensión a Liberia y a otros países limítrofes, con una tasa de letalidad de en torno al 60%. España ha activado el control de accesos marítimos de buques procedentes de esos países, ya que no tiene línea aérea directa con Guinea. Dada la vía de transmisión, se entiende que el riesgo es bajo y que los posibles casos que se puedan presentar en nuestro país serían, fundamentalmente, de personas procedentes de esos países, tanto por inmigración, regreso de viajes turísticos o repatriación de ciudadanos españoles que pudieran afectarse en dichos países.


Datos fundamentales sobre el virus Ebola

Los datos fundamentales aparecen, en inglés, en un documento del European Centre for Disease Prevention and Control ECDC (el CDC europeo), pero muchos de sus contenidos se encuentran replicados en castellano en el protocolo publicado por Aragón. También el Instituto Carlos III tiene una guía para el manejo de las fiebres hemorrágicas virales, aunque de 2001. Básicamente, se trata de una patología que no tiene tratamiento específico, y para el que sólo se puede aportar tratamiento de soporte. Su período de incubación se encuentra entre 2 y 21 días, y la vía de transmisión es por contacto con fluidos orgánicos de pacientes, animales enfermos o fallecidos por la enfermedad, o por estrecha proximidad con los mismos, sobre todo en fases avanzadas de la enfermedad; la transmisión por vía sexual podría producirse incluso varias semanas después de la curación clínica.

¿Que hacer ante una sospecha de caso? (Tomado del protocolo de actuación de Aragón)

La sospecha de caso debe establecerse en función de criterios clínicos (fiebre, mialgias, cefalea, manifestaciones hemorrágicas) y antecedente de exposición epidemiológica (estancia en país afectado, contacto próximo con un posible paciente, sus secreciones o sus fómites), y debe comunicarse inmediatamente a los servicios de vigilancia.


Extremar las precauciones de contacto y de transmisión aérea (aunque esta última no está demostrada): 

  • Comunicación urgente a todas las personas que vayan a estar implicadas en el manejo del paciente enfermo o sospechoso.
  • Aislamiento estricto del paciente: mascarilla desde el primer momento, traslado a una unidad de enfermedades infecciosas de alta seguridad en ambulancias preparadas, personal equipado con equipos de protección personal, desinfección de los residuos producidos, ingreso en habitación individual con presión negativa y restricción de acceso, utilización de instrumental médico de uso exclusivo y evitación de la producción de aerosoles. 
  • Protección de las personas en contacto: prácticas universales de control de infección, equipos de protección individual de barrera y respiratoria (mascarilla con respirador FFP2, guantes dobles, bata impermeabgle, cobertura total de piernas y calzado, máscara facial y/o gafas), estricta higiene de manos, protección absoluta en el manejo de fluidos del paciente o sospechoso de serlo, manejo cuidadoso de muestras -con previo aviso al personal de laboratorio y una limitación al mínimo imprescindible de pruebas a realizar- en un gabinete de seguridad biológica con alta bioseguridad, y limpieza/desinfección posterior rutinaria de los autoanalizadores utilizados. 
  • Protección del personal de limpieza mediante equipos individuales, limpieza y descontamienación con desinfectante de uso hospitalario o lejía, e incineración de la ropa contaminada. 
  • En caso de defunción, no realizar autopsia ni procedimientos de preparación del cadáver, y sellar el féretro. 
  • En caso de curación, evitar relaciones sexuales durante 3 meses.
Manejar adecuadamente a los contactos estrechos (aquéllos que han estado en contacto próximo y sin protección), vigilando su temperatura y clínica durante 21 días.

Miguel Ángel García Pérez, médico de familia, doctor en
Medicina, director médico de la Revista Médica Madrileña