domingo, 9 de marzo de 2014

EDITORIAL. "La hora de razonar", por Gabriel del Pozo

Dr. Gabriel del Pozo.
En el desarrollo de nuestra vida, los individuos vamos pasando, paulatinamente, por distintas etapas. En la etapa juvenil somos un torrente que todo lo arrastra y nos creemos en poder de la verdad.

Si bien esta fase es necesaria en nuestro desarrollo, no es el final del mismo o, mejor dicho, no debería serlo. Con el paso de los años deberíamos darnos cuenta que los otros también tienen su verdad, que la verdad no es única ni potestativa de unos pocos y que, escuchando a los demás, la verdad gana en colores y matices. Sin embargo, parece que nuestra mente no evoluciona con nuestro cuerpo.

Esta reflexión viene a cuento, pues estamos en un momento en que nuestra Comunidad necesita esa verdad compartida que puede otorgar la madurez de la que hablo. Es el momento de proponerlo e intentar hacerlo realidad. Y esa verdad, entre otras muchas, sería que todos los agentes implicados en la misma fuéramos capaces de establecer un pacto de mínimos por la Sanidad, que permita que no se transforme ésta en una hucha petitoria de votos, sino en un bien a disfrutar y del que puedan presumir los ciudadanos.

La historia habla de héroes y villanos. Los héroes lo son porque defienden al débil. Los villanos suelen estar en el punto contrario, se aprovechan del débil. Para la sociedad es fácil colocar las etiquetas de héroe o de villano, sean ciertas o no. Los representantes deben hacer todo lo posible por convertirse en héroes.
La sociedad demanda de sus representantes coherencia y no pelea. Demanda pactos en campos que considera básicos para el día a día, y uno de ellos es el pacto por la Sanidad. Ayudemos a esa consideración de héroes, no actuemos como villanos, no vayamos agrediendo a la sociedad, seamos capaces de sentarnos y establecer una serie de mínimos, cuantos más mejor. Estos mínimos permitirán, luego, a quien tenga la obligación de gobernar (porque así se lo hayan demandado los ciudadanos en las urnas, con el tinte ideológico que corresponda), aplicar una política sanitaria con la que nadie se sienta agredido. Bueno, alguno habrá. Pero esas son las excepciones que ratifican que lo que se está haciendo está bien.

Tenemos, todos los agentes sociales, dos posibilidades. La de sentir que nos encontramos en una pelea de perros, donde los animales, entrenados para atacar, solo desarrollan su instinto. O sentirnos como aquellos ciudadanos que, tras la muerte del dictador, fueron capaces de sentarse, aplicar raciocinio en vez de visceralidad, y poner en común sus verdades para sacar adelante la verdad de todos que fue la Constitución Española.

Esta responsabilidad es de todos, no creamos que son solo los políticos los que deben hacer este esfuerzo, también sindicatos, prensa, movimientos sociales… Aquí cada uno tiene que arrimar su verdad para que salga la verdad de todos y nadie tenga que repetir el poema:

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Que Don Antonio Machado nos ilumine.

Dr. Gabriel del Pozo Sosa 
Vicesecretario general de AMYTS