domingo, 16 de marzo de 2014

CON FIRMA. "ICOMEM, una nueva cultura", por Miguel Ángel García Pérez

Dr. Miguel Ángel García.
La situación del Colegio de Médicos de Madrid se deteriora cada vez más. Si tan ilustre institución ya viene sufriendo un descrédito creciente en los últimos años, la situación actual, con una Junta dividida, con denuncias mutuas y expedientada por el Consejo General de Colegios de Médicos de España, es ya de aquelarre total.

Y es justo agradecer, en esta circunstancia, a quienes han hecho posible que salga a la luz el hedor que desprende la casa, empantanada en conflictos económicos y múltiples intereses. Sin embargo, eso no da derecho a nadie a sentirse salvador del Colegio, ni mucho menos de la profesión madrileña, y a pretender liderar una épica batalla en la que todo el mundo deba prestar vasallaje acrítico a sus propuestas. La época en la que los procesos de cambio precisaban de líderes unipersonales a los que seguir de forma ciega tuvo su momento, y la cultura democrática desarrollada en los últimos siglos y su necesaria profundización, reclamada por la sociedad actual, precisa de otro tipo de procesos.

Es evidente que se necesita un nuevo estilo de liderar el Colegio, no proclive a banderías ni condicionado por intereses ajenos a los profesionales, vengan de donde vengan (de la empresa, de la política, etc). Es necesario aunar a todos los médicos, desde todas sus mentalidades, si realmente creemos en un órgano colegiado de la profesión, y no sólo de los que comparten una determinada visión de la misma. Y para ello, es necesario considerarlos y respetarlos a todos, desde sus diferentes procedencias y con sus peculiares convicciones, encontrando en todo ello qué es lo común al ejercicio de la Medicina y a la defensa y promoción de dicho ejercicio Porque no creo que haya una verdad en torno a la profesión médica, sino múltiples razones que, bien aprovechadas, nos pueden conducir más cerca de esa realidad que queremos defender.

Y esto sí que supone un cambio profundo de cultura. Una cultura profesional en la que nadie se sienta salvador del conjunto, en que todo el mundo reconozca lo que puede aportar y también aprender de otros, en la que se respete profundamente a cada profesional que se pronuncie en torno a asuntos profesionales, aunque se pueda discrepar de él y hacerlo respetuosamente, pero también acogiendo lo que puede aportar. Una cultura de la tolerancia, del entendimiento y del respeto mutuo. Una cultura transpartidista, consciente del partidismo político y sus defectos, hoy claramente visibles, y capaz de superarlo desde la defensa de lo específico de la profesión. Una cultura que entienda la Medicina como expresión de nuestra realidad social e insertada en ella, y no como una mediación para alcanzar intereses espúreos. Una cultura, finalmente, de la responsabilidad y la rendición de cuentas, que haga de la profesión y de su colegio un modelo de interés social.

No sé si es mucho pedir en un mundo donde cada uno está seguro de tener la razón y de que tan sólo desde sus ideas pueden resolverse los problemas. No sé si es mucho pedir, pero yo se lo pido a la candidatura o candidaturas que se presenten al próximo proceso electoral. Siendo importante que la institución tenga unos Estatutos modernos y capaces de configurar eficazmente la organización profesional que es el Colegio de Médicos, es aún más importante que seamos capaces de desarrollar esa nueva cultura, y de que pueda asentarse en el funcionamiento diario de esa institución.

Miguel Ángel García, director médico 
de la Revista Madrileña de Madicina