Dr. Joaquín Pérez Argüelles. |
En el año
2006, siendo Consejero de Sanidad el Sr. Lamela, se pusieron de moda
los nuevos hospitales de Dª. Esperanza Aguirre, con un nuevo sistema
de cooperación pública-privada. Desde entonces hemos podido
comprobar cómo se ha ido evolucionando hacia la descapitalización
del sistema sanitario público en beneficio de las empresas privadas,
como queda demostrado con la pretendida ¨externalización¨
(privatización) de seis de los nuevos hospitales que,
afortunadamente, está paralizada de momento.
Si bien, en
un principio, las empresas que se han hecho con el reparto de esos
hospitales se han de hacer cargo de todo el personal del que
actualmente disponen, nos preguntamos: ¿hasta cuando?
Estos
hospitales tienen diferentes tipos de contratos con el personal
médico y titulados superiores: estatutarios fijos en excedencia del
hospital de origen, interinos estatutarios en excedencia, eventuales
laborales, etc. Con la ¨externalización¨, las empresas
adjudicatarias no tardarian en ofertar la laboralización a todo el
personal, con lo que los primeros tendrán dos opciones: o aceptar la
oferta o volver al hospital del modelo clásico que le diga la
Administración (consecuencia de la imposición del Área Única).
Los interinos estatutarios, ante la amenaza de amortización de su
plaza, solo tendrán una opción, y los eventuales laborales no
tendrán más remedio que aceptar la oferta.
Poco a poco,
y ante la avalancha de jubilaciones que se avecina en los hospitales
del modelo clásico, irán dejando plazas vacantes que no se irán
cubriendo en su totalidad, y las que se cubran lo serán con el
sistema atípico que viene utilizando la Consejería de Sanidad: los
eventuales laborales. ¿Qué mensaje, por tanto, está intentando
transmitir la Consejería? Pues que su modelo sanitario pasa por la
transformación del actual sistema funcionarial-estatutario en un
modelo de contratación laboral. Eso es lo que se viene preconizando
desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
¿El cambio
va a ser positivo o negativo? Habrá que ver si dicho cambio
realmente se produce, y si es así, el resultado solo lo dará el
paso del tiempo. De cualquier forma, deberemos estar preparados para
disponer de un modelo negociador propio de los médicos y titulados
superiores que permita desarrollar las bases de un convenio global
válido para garantizar la estabilidad laboral de los profesionales
en cualquiera de las situaciones contractuales que se vean obligados
a aceptar. Son las propias generaciones de médicos jóvenes quienes
nos piden garantía de estabilidad laboral una vez finalizada su
formación médica. Y quienes presionan para que nuestro modelo
sanitario, de carácter público, sea más creativo en la gestión e
incentivación de sus profesionales.
A nivel
nacional existe un compromiso claro que el propio presidente del
gobierno, el Sr. Rajoy, asumió cuando se firmó el Acuerdo con el
Foro de la Profesión Médica, un compromiso de asumir directamente
el Acuerdo y de avanzar en la gestión de la Sanidad Pública: la de
todos, la nuestra. Y ahí hemos de estar, con fuerza, las
organizaciones profesionales. AMYTS, representada en CESM, trabajará
para que el acuerdo no se quede en agua de borrajas, sino que aporte
la novedad y creatividad necesarias. Porque no podemos desear todos
una renovación de la gestión sanitaria y después hacer ascos a las
posibilidades que se ofrecen.
Dr.
Joaquín Pérez Argüelles
Secretario
de FEMYTS