Con una larga tradición de gobierno descentralizado, el sistema sanitario sueco es en gran parte de propiedad y gestión públicas, aunque en manos de los gobiernos regionales y municipales; el Estado sólo mantiene la competencia de planificación y supervisión general de dicho sistema. En los últimos años se está produciendo un incremento de la influencia del gobierno central, así como una tendencia a la liberalización de la asistencia sanitaria, con la introducción de principios como la libre elección de centro y profesional y la cobertura de la asistencia prestada por agentes privados debidamente acreditados.
Aspectos generales
Suecia tiene una población de 9,4 millones de habitantes,muy envejecida y dispersa por el territorio (la densidad de población es baja, 20 hab/km2), concentrada sobre todo en el sur y en la costa, con una elevada concentración en las ciudades (más del 80% vive en entorno urbano, y la proporción continúa en aumento) y con una baja densidad de población en las regiones del norte, en las que se mantienen algunos grupos étnicos indígenas (Meankielie y Sami). Un 20% de los ciudadanos suecos son de origen extranjero.
Rica en recursos primarios (que proporcionan un 2% de su PIB), su economía está basada en la industria pesada, el comercio y los servicios, con una alta participación de las exportaciones (49%) en el PIB. Tras un crecimiento económico rápido en los años 50 y 60, la crisis de los años 70 golpeó con dureza a Suecia, y se mantuvo de alguna manera hasta los 90, en que una política de severa restricción presupuestaria y de privatizaciones impulsó de nuevo su economía. Aunque experimentó una nueva recaida en los comienzos del siglo XXI, parece estar resistiendo los embates de la crisis actual con una política fiscal muy agresiva (se incrementaron los impuestos sobre la renta salarial en el año 2008). En 2010 ocupaba el 9º lugar en la escala de desarrollo humano de Naciones Unidas. Su esperanza de vida al nacer se encuentra entre las más altas del mundo (83,2 años para mujeres y 79, para varones). Aunque es miembro de la Unión Europea desde 1995, no participa en la unión monetaria tras la decisión negativa tomada en referéndum en 2003.
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