domingo, 23 de marzo de 2014

CON FIRMA. "El problema MESTO fue que se cambiaron médicos por merluzas", por Pablo Martínez Segura

Pablo Martínez Segura.
Ha saltado a la palestra una posible solución definitiva para los médicos especialistas sin titulo oficial (MESTOS). La misma vendría de la mano de la Directiva 2013/55/CE, en su artículo 19, aparatados A y B y, según parece, en Italia ya están dispuestos a aplicarla y a reconocer a sus MESTOS como especialistas.

Como se recordará, en nuestro país ya se promulgaron en 1994 y 1999 sendos decretos de homologación que han resultado insuficientes. Francisco Miralles, secretario general de CESM, ha solicitado en varias ocasiones al director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Javier Castrodeza, un decreto definitivo de regularización. En el escenario que se avecina podría darse la paradoja de que un MESTO italiano que ha obtenido su homologación, podría trabajar como facultativo especialista en España con todas las bendiciones, mientras que los MESTOS que españoles, unos 2.000 según las últimas estimaciones, seguirían ese el limbo alegal y precario en el que se encuentran.

El problema para los MESTOS españoles se agudiza con la realidad de un creciente paro médico, circunstancia antes inexistente y que provocó su anormal situación.

Mientras se articula una solución que respete todos los derechos adquiridos, pero que no deje a los MESTOS españoles a los pies de los caballos de colegas europeos en su misma situación, pero con Gobiernos más activos a la hora de resolver problemas, conviene recordar cómo se generó en nuestro país el llamado problema MESTO.

El origen fue un cambio de “cromos” entre los negociadores en la fase final del proceso; es decir, España llevaba un paquete con tres medidas ante la Comisión Europea. Tras comprobar que la correlación de fuerzas era mala optó por sacrificar dos para salvar una. Esto ocurrió, según me contó hace años uno de los protagonistas de la negociación por parte del Ministerio de Sanidad, con los médicos generales en 1993. Aunque la postura oficial del Gobierno español era la de no imponer un periodo de formación postgrado para que los licenciados en Medicina ejercieran en Atención Primaria, nuestro negociador recibió, la noche anterior, instrucciones de ceder ese punto a cambio de un incremento en la cuota de captura de merluzas en el Golfo de Vizcaya.

Pablo Martínez Segura, periodista e historiador, director
periodista de la REVISTA MADRILEÑA DE MEDICINA