Dr. David Laguna Ortega. |
Se
discute mucho, y ahora más con la crisis económica, cuál es el
mejor modelo sanitario. Pero mejor… ¿para quién?:
- Para la Administración de turno sería el modelo que más rédito electoral les pueda conseguir con el menor coste posible. Y si me permiten la maledicencia, y a juzgar por los crecientes escándalos políticos, posiblemente aquel modelo que más beneficios pueda aportar al partido de turno en el poder.
- Para los pacientes el mejor modelo sería aquel en el que sean atendidos rápidamente, con una sonrisa, que sea barato (o mejor gratis), en el que consiguieran del médico lo que reclamasen (medicación, pruebas, derivaciones…) y en el que se aliviaran sus enfermedades.
- Para los profesionales médicos el modelo ideal sería aquel en el que trabajaran y se desarrollaran profesionalmente más a gusto con un reconocimiento social adecuado, y, por qué no decirlo, en el que se colmaran satisfactoriamente sus expectativas económicas, que tan apaleadas han estado desde siempre en este país. Sabemos poco de la satisfacción de nuestro colectivo médico en los distintos modelos sanitarios existentes, pues normalmente se los califica en relación a otros criterios (coste/eficacia, ahorro, satisfacción subjetiva del paciente, etc).
Es
una realidad que el modelo sanitario público que tenemos en España
actualmente no satisface a la mayor parte de nuestro colectivo.
Nuestro salario está muy por debajo de lo razonable en relación a
nuestro largo periodo formativo y, sobre todo, a la necesidad
constante de actualización de conocimientos que nuestra profesión
requiere. En Atención Primaria las consultas están colapsadas,
burocratizadas y con pocos o ningún incentivo. En Atención
Especializada sufrimos un sistema muy piramidal, en el que la cúspide
la forma el jefe de servicio o unidad que, por suerte o desgracia, te
toque.
Los
políticos, conocedores de esta situación, nos plantean un sistema
privado (con concierto público) en el que pasemos de contrato
estatutario a laboral.
Cuando
se traspasaron completamente las competencias en materia de sanidad
desde el Estado a la Comunidad de Madrid, ésta no quiso generalizar
el contrato laboral que tímidamente había implantado a médicos en
algunos hospitales y áreas que dependían ya de la Comunidad de
Madrid antes del traspaso completo. Las razones: judicialmente era
muy fácil para el médico conseguir una sentencia favorable en casos
de conflicto con la Administración. La ley laboral de aquel entonces
protegía mucho al trabajador y además era de aplicación judicial
rápida (meses) y barata, pues se realizaba en Juzgados de lo Social.
En cambio, los conflictos de los médicos sujetos al régimen
estatutario con la Administración eran muy lentos (años) y caros,
pues se juzgaban en Juzgados de lo Contencioso Administrativo. Esto
permitía a la Administración mucho margen de maniobra: el político
sabía que, aunque perdiera el juicio, ello ocurriría dentro de
muchos años, cuando probablemente ya no estaría gobernando. Además,
cuando llegan tarde, muchas sentencias no tienen marcha atrás ni
judicialmente.
Ahora,
los políticos de la Comunidad de Madrid nos quieren “vender” que
es mejor que nos laboralizemos. ¿Por qué? Pues porque han legislado
una Reforma Laboral que claramente deja al trabajador muy
desprotegido en relación al empresario. En un sistema sanitario como
el nuestro, donde tradicionalmente “se producen” a propósito más
médicos de los que necesita el sistema, el exceso de oferta laboral
médica en relación a la demanda llevaría a disminuir el salario
del médico hasta hipotéticamente el salario mínimo
interprofesional, sin garantías de formación continuada. El régimen
estatutario, que en el fondo es un tipo especial de funcionariado,
implica unas garantías para el profesional en cuanto a seguridad en
el trabajo, estabilidad económica, defensa sindical y formación
continuada, que en estos momentos de crisis son tan importantes. Y
para ejemplo vean los nuevos contratos a los médicos que realiza el
Hospital de Torrejón…
Los
sindicatos médicos, que luchamos para velar por lo que es mejor para
el colectivo al que pertenecemos, estamos siendo atacados desde
varios frentes: desde el poder ejecutivo con resoluciones
unilaterales dictatoriales, desde el legislativo con disminución de
horas para defender a los médicos, y desde la prensa oficial con
noticias subliminales generalizando corruptelas de otros sindicatos.
Todo ello orientado a socavar la defensa del profesional y hacer que
éste se pliegue a su conveniencia.
Dr. David Laguna Ortega
ORL - Hospital Doce de Octubre
Vocal Sector Atención Especializada de AMYTS