Los
problemas
de
la
Sanidad
pública
madrileña
se
acumulan
en
las
mesas
de
los
despachos
de
la
Consejería
de
Sanidad
sin
que
se
les
dé
respuesta.
La dimisión de Esperanza Aguirre y el largo periodo de transición
hasta que haya un nuevo Gobierno regional, afecta
directamente
a
la
organización
del
trabajo
de
los
médicos
y
del
resto
de
los
profesionales
sanitarios
y,
como
consecuencia
a la
calidad
de
la
asistencia
sanitaria
a
los
pacientes
y,
en
definitiva,
a
la
salud
de
los
ciudadanos
de
la
Comunidad
de
Madrid.
Desde
el punto de vista de AMYTS...
Desde
el punto de vista de AMYTS,
organización mayoritaria en representación de los médicos y
titulados superiores de la sanidad pública madrileña, resultaba
urgente la convocatoria de una Mesa Sectorial de Sanidad (órgano
de participación democrática de los representantes del personal del
Sistema Nacional de Salud y de la Administración Sanitaria para
negociar, dialogar y abordar las relaciones laborales y la
coordinación de recursos humanos del Servicio Madrileño de Salud
-SERMAS-).
Hasta
diez asuntos que precisan resolución urgente se encuentran
pendientes de resolución:
- Asignación de la productividad variable legalmente establecida.
- Cierres de ambulatorios y puntos de urgencia.
- Situación de la ofertas públicas de empleo (OPEs) de Atención Hospitalaria, Atención Primaria y SUMMA 112.
- Instrucciones sobre ceses y tomas de posesión de las OPES, en relación a la liquidación de vacaciones, días libres, etc.
- Situación tras la entrada en vigor de las modificaciones en la atención a inmigrantes ilegales, según el decreto de 14 de julio.
- Aclaración de la aplicación de la incapacidad temporal (IT) tras las recientes modificaciones.
- Situación de la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales.
- Retribuciones: paga extra de diciembre, trienios de interinos y carrera profesional de los nuevos propietarios.
- Situación de los contratos de eventuales e interinos después del 31 de diciembre de 2012 (más de 2.000 médicos pueden ser despedidos y la situación asistencial de la sanidad madrileña no puede permitírselo).
- Relación de personal asesor y coches oficiales de la Consejería de Sanidad.
Tras
la
dimisión
de
Esperanza
Aguirre,
al
haber
quedado
en
funciones
el
consejero
de
Sanidad,
ninguna
de
estas
cuestiones
será
abordada
a
corto
plazo.
En
una
organización
tan
compleja
como
el
SERMAS,
con
más
de
80.000
empleados,
de
los
que
20.000
son
médicos,
sólo
puede
augurarse
una
inacción
organizativa
que
irá
en
detrimento
de
la
calidad
de
la
asistencia
sanitaria
en
un
escenario
que
ya
está
muy
afectado
por
los
recortes.
Todas
las
decisiones
adoptadas
desde
el
Gobierno
regional
y
central
relacionadas
con
recortes
en
la
Sanidad
pública
(copago
de
medicamentos,
exclusión
de
la
asistencia
sanitaria
a
miles
de
ciudadanos,
modificación
de
condiciones
laborales
y
retributivas
de
los
trabajadores,
cambios
en
la
cartera
de
servicios...)
han
creado
un
caos
organizativo,
al
tratarse
de
normas
dictadas
unilateralmente
que
en
ningún
momento
han
sido
debatidas
y
consensuadas
con
los
profesionales
que
prestan
la
asistencia.
Medidas
que
ya
están
generando
problemas
que
terminan
por
ocasionar
un
deterioro
de
la
calidad
asistencial,
con
una
sobrecarga
de
trabajo
en urgencias,
abandono
de
medidas
de
prevención
y
control
de
pacientes
crónicos,
y
riesgos
de
salud
pública
evidente
por
la
falta
de
acceso
al
sistema,
abandono
de
tratamientos,
etc.
La
Sanidad
Pública
cuenta
cada
vez
con
menos
efectivos
lo
que
dará
lugar
a
un
deterioro
asistencial,
que
en
ningún
caso
podremos
admitir
y
que
desde
AMYTS
queremos
denunciar:
- Creemos imprescindible que la actual plantilla médica de la que dispone el SERMAS no se vea afectada por los recortes y se mantengan todos y cada uno de los médicos y titulados superiores que actualmente trabajan para el SERMAS.
- Vemos con gran preocupación cómo los incrementos de horario tienen como finalidad reducir plantillas, lo que asociado a la derivación de pacientes al concierto privado, hace que el argumento de una ineficiencia ficticia sea excusa para la reducción de personal.
- La lista de espera está aumentando y ahora, se escuchan voces que hablan de “racionalización” de determinadas prestaciones.
- Las actividades preventivas de determinadas patologías son ahora el objetivo, buscando con ello una minoración del gasto que sólo desde el desconocimiento y el cortoplacismo se podría entender.
AMYTS,
desde
la
perspectiva
de
defensa
de
la
profesión
y
sus
condiciones
laborales
quiere
manifestar
su
disposición
a
colaborar
en
la
vía
que
hemos
anunciado,
y
que
siempre
pasará
por
la
defensa
del
profesional,
la
calidad
asistencial,
el
mantenimiento
de
un
SNS
público
y
con
una
financiación
suficiente.
Un
SNS
que
sentimos
nuestro,
que
se
ha
construido
en
gran
medida
por
los
médicos,
y
que
presenta
los
mejores
resultados
de
nuestro
entorno,
siendo
el
más
eficiente,
fundamentalmente
por
sus
bajas
retribuciones
y
no
por
la
labor
de
gestores
y
políticos.
En
esta
línea,
estaremos
siempre
al
lado
de
quienes
se
posicionen
en
esta
idea
y
nos
sumaremos
a
cuentas
acciones
en
su
defensa
se
propongan,
con
organizaciones
profesionales
y
sin
connotaciones
políticas
partidistas.
Los
médicos
y
titulados
superiores
no
somos
responsables
de
la
situación
a
la
que
se
ha
llegado,
que
afecta
seriamente
a
todo
el
SNS,
incluyendo
a
los
profesionales
y
los
pacientes
usuarios
del
mismo.
AMYTS
no
comparte
las
medidas
que
bajo
la
justificación
de
la
crisis
se
están
tomando
por
parte
de
los
políticos,
y
que
son
comunes
con
independencia
del
partido
político
que
en
cada
momento
gobierna.
Ya
hemos
manifestado
nuestro
malestar
y
profunda
discrepancia
con
el
modo
en
que
nos
hacen
pagar
los
efectos
de
una
crisis
de
la
que
no
somos
responsables,
y
que
además
no
se
nos
consulta
para
la
toma
de
decisiones
que
tienen
un
profundo
calado
asistencial.
En
varias
ocasiones
hemos
puesto
de
manifiesto
nuestro
criterio
en
relación
con
los
“recortes”.
Somos
conocedores
de
las
bolsas
de
ineficiencia
y
podemos
mejorar
la
gestión
con
una
implicación
y
descentralización
en
los
profesionales
de
todo
el
proceso
de
gestión
clínica.
Poner
exclusivamente
como
modelo
de
“recorte”
la
reducción
de
salario,
que
desde
que
se
inició
la
crisis,
e
incluso
antes
en
Madrid
con
la
congelación
injustificada
de
la
carrera
profesional
y
la
negativa
al
abono
de
trienios
a
los
interinos,
y
tanto
el
gobierno
del
PSOE
con
la
rebaja
de
salario
del
2010,
como
el
actual
del
PP
con
las
nuevas
rebajas
de
salario,
y
la
Comunidad
de
Madrid
con
la
reducción
de
retribución
asociada
al
incremento
de
horario,
y
demás
recortes,
nos
parece
un
sinsentido.
Hemos
manifestado
nuestro
malestar
con
la
poca
o
nula
“aportación”
que
hacen
los
políticos
y
su
entorno
a
la
solución
de
esta
crisis.
Se
hacen
testimoniales
reducciones
de
salario
que
no
se
pueden
comparar
con
las
de
los
empleados
públicos.
Siguen
manteniendo
las
estructuras
de
gestión/administración
absolutamente
desmesuradas,
plagadas
de
asesores,
responsables
de
comunicación,
jefes
de
gabinete,
coches
y
conductores
de
confianza,
estructura
política
de
gestión
sobredimensionada,
etc.
Todos
estamos
esperando
que
el
“apretarse
el
cinturón”
se
inicie
por
el
de
los
políticos
y
sus
entornos.