El asunto de las guardias de los sábados (ver la información sobre Médicos Residentes en esta misma e-revista de AMYTS) no es el único aspecto polémico derivado de la Ley de Acompañamiento. El empeño de la Administración es el de ahorro de gastos en el capítulo de personal a toda costa, queda ahora por negociar como se articula, tanto en Primaria, como en Especializada y el SUMMA 112 el incremento de 2,5 horas semanales.
La posición de AMYTS es, por una parte, el reconocimiento como jornada de las horas dedicadas a formación, docencia, investigación, preparación de casos, publicaciones, etc. no sólo necesarias, sino también obligadas para estar formados y al día en nuestros conocimientos.
Asimismo, se pretende que, en el caso de tener que realizar forzosamente 2,5 horas más a la semana, estas se organicen en cada unidad asistencial como ampliación de las funciones ordinarias. No aceptaremos que la Administración acumule esas horas para suprimir contrataciones u otras actividades que por necesidades asistenciales se están llevando a cabo en la actualidad, puesto que mientras que para el conjunto de los empleados públicos el aumento de jornada representa sólo eso, trabajar 2,5 horas más a la semana, en el caso de los médicos podría suponer trabajar más y, a la vez, sufrir una merma en sus retribuciones. Los médicos somos ya el colectivo que dentro de la Sanidad ha soportado un mayor descenso retributivo derivado de los recortes impuestos por la crisis económica.
Dentro del mismo paquete de negociaciones, y también derivado de la Ley de Acompañamiento a los presupuestos, se encuentra la rebaja de las prestaciones por IT que supone otra agresión. Los médicos somos el estamento con menor índice de bajas por IT de toda la sanidad. Si pretenden combatir el absentismo fraudulento que lo hagan, pero con medidas concretas y dirigidas a los defraudadores. No puede penalizarse económicamente al médico por el hecho de estar enfermo.