Javier López de la Morena. |
En varias ocasiones
hemos leído declaraciones de los responsables de las
administraciones madrileñas (Comunidad y Ayuntamiento) sobre la
duplicidad de competencias respecto al área de Urgencias
Extra-hospitalarias de nuestra Comunidad. Reiteradamente han
considerado que no se podían integrar en una sola organización dos
servicios que se vienen realizando desde hace años de manera
paralela, sin aducir razón alguna que apoye esta decisión. SUMMA
112 y SAMUR son dos entidades con los mismos objetivos sanitarios,
que se ven obligadas a repartirse sus áreas de actuación, ya que
sus funciones son similares. Propiciar una serie de reuniones para
delimitar las áreas de influencia de cada una de ellas, no deja de
ser una frivolidad en un momento en el que la crisis económica
atenaza a todas las capas de la población. La noticia aparecida en
los medios de nuestras responsables políticas de Comunidad y
Ayuntamiento parece más un reparto lleno de mutua empatía, que un
estudio serio de ahorro y funcionalidad de ambas. Sin dicho estudio
resulta más que probable asegurar la duplicidad del gasto.
Durante la época
de bonanza las dotaciones de ambas estructuras de Urgencias
Extra-hospitalarias, han crecido de forma considerable, de donde se
deduce que la unificación de ambas permitiría una demora en
dotaciones de recursos bastante conveniente en la situación actual.
Por otra parte ambas organizaciones se verían positivamente
reforzadas tanto en estructura burocrática como en personal
asistencial, optimizando la coordinación entre ellas y dando un
mejor servicio a toda la red asistencial de la Comunidad de Madrid.
Todo esto, requiere
una capacidad de estudio económico y estructural, diálogo con los
profesionales afectados, planificación de los recursos necesarios
para una mejor asistencia a la población y una vocación de servicio
a la sociedad, que no se percibe en la presentación del reparto que
se anuncia entre servidoras políticas de un mismo partido.
Una vez más se
pierde la oportunidad de valorar prudentemente las necesidades que
van, desde los pequeños traslados a la actuación ante grandes
eventos catastróficos, con el consiguiente caos visto en ocasiones
anteriores. Y aquí, si que parece ser responsable el Gobierno de la
Comunidad, tanto desde el punto de vista de asistencia sanitaria como
de responsabilidad en la seguridad de las personas e instalaciones de
todo tipo dentro de la comunidad. La responsabilidad del Ayuntamiento
de Madrid debería quedar en un segundo plano.
Desde mi punto de
vista, la propuesta más coherente de cara al ahorro y en aras de un
mejor servicio, sería valorar en profundidad a ambas entidades,
estudiar su organización, dotaciones de recursos (humanos y
materiales), planificación de actuaciones, protocolos de
emergencias, etc. Es decir conocer en profundidad la estructura
organizativa, funcional y el gasto que conlleva el mantenimiento de
ambas, junto al ahorro que supondría su integración en una sola
estructura para un mejor y más eficiente servicio a la sociedad
madrileña, motivo último de cualquier servidor público.
Javier López de la Morena