domingo, 8 de junio de 2014

EDITORIAL. Tierra quemada. ¿Hacia el fin de un modelo sanitario público y social?, por Daniel Bernabeu


Dr. Daniel Bernabeu.
Dicen los entendidos que la conocida como "política de tierra quemada" o de "tierra arrasada", es una táctica militar consistente en destruir cualquier cosa que pudiera ser de utilidad al enemigo cuando una fuerza avanza a través de un territorio o se retira del mismo.

A pesar de la dureza de la definición, es la imagen que nos viene a la cabeza cuando evaluamos lo que ha sido la política sanitaria en estas dos últimas décadas: una guerra soterrada y destructiva de los impulsores de un modelo sanitario basado en el negocio, contra el modelo público y social establecido en nuestro país. Una guerra que se hizo abierta en el 2012 al impulsar el Gobierno de Madrid su conocido “Plan de Sostenibilidad”, cuya piedra angular, la privatización de una parte de los hospitales madrileños, se consiguió detener. 

Con la vista en los rescoldos de esta escaramuza y echando la vista atrás, la imagen de “tierra quemada” resurge. Leyes y decretos “durmientes”, como la famosa Ley 15/97 de Nuevas Formas de Gestión Sanitaria, que tras largos años en el limbo se erigen en auténticos campos de minas contra la sensatez. Leyes impuestas desde el consenso ‘antinatura’ del bipartidismo imperante, que restringen los derechos y amordazan a los trabajadores, como el Estatuto Marco, que nos quitó la jurisdicción social y nos mandó a la ‘contencioso -administrativa’, más dócil con la Administración y lenta, muy lenta; y que también nos dejó indefensos ante jornadas extenuantes; o las sucesivas reformas y cambios en el Estatuto de los Trabajadores y Reformas Laborales (en este caso sin necesidad de consenso, el que gobierna siempre aporta su granito para hacerlo peor). O el uso excesivo y oscurantista de normativas ajenas al objeto de regulación, para introducir cambios normativos de gran calado que pasan desapercibidos, como es el caso de las Leyes Acompañantes de los Presupuestos.

Esta vista retrospectiva es de una ayuda inestimable para valorar adecuadamente la situación actual, y los próximos retos a los que Sanidad y sanitarios deberemos enfrentarnos. Tras la derrota, provisional, del modelo privatizador; tras la contundente advertencia de las últimas Elecciones Europeas; con la vista puesta en próximas citas electorales, se aprecia un amago de retirada que corre el riesgo de dejar otro gran campo de minas, una “tierra quemada” para el futuro. Me refiero al paquete de medidas que en estos días se han puesto en la mesa de negociación: la estatutarización del personal laboral de los hospitales, una medida inexplicable en unos gestores que han denostado hasta la saciedad la figura del funcionario/estatutario, pero que les podría solventar el escollo del personal en un futuro intento de privatización, por la vía de la reordenación; la creación de interinidades en base a criterios discrecionales, saltándose cualquier norma o compromiso previo de igualdad, mérito y capacidad; o el reciente espaldarazo en los tribunales al Plan de Ordenación, tras desestimar el TSJM el recurso presentado por AMYTS, y que consolida la arbitrariedad en las jubilaciones, las jornadas a la carta o las reordenaciones ‘organizativas’. 

No nos engañemos, los defensores del negocio sanitario no se van a rendir fácilmente, son auténticos líderes ‘cosméticos’, hábiles en maquillar la realidad para consumar sus objetivos, pero carentes de cualquier empatía social o comportamiento ético. 

Sin embargo quiero ser optimista, se respiran nuevos aires en la sociedad que pueden plasmarse en la exigencia de un mayor comportamiento ético-moral hacia los políticos, y en el ascenso de los líderes ‘esenciales’, aquellos que hacen honor a su palabra con sus actos y su ejemplo.

AMYTS trabaja y trabajará para defender a los Médicos y a la Sanidad Pública, y denunciaremos todas aquellas propuestas y actividades de ’tierra quemada’ que seamos capaces de detectar. Pero la última palabra la tendréis vosotros, eligiendo a los líderes ‘esenciales’ que guiarán nuestro futuro.
Daniel Bernabeu,
presidente de AMYTS