domingo, 1 de junio de 2014

CON FIRMA. "Los ciudadanos han dado una nueva lección. ¿Seremos capaces de entenderla?", por Julián Ezquerra

Dr. Julián Ezquerra Gadea.
El  domingo 25 de mayo vivimos una nueva jornada electoral, la mayor expresión de la voluntad popular. Todos los políticos nos animan a ejercer nuestro derecho al voto, a manifestar nuestras opiniones mediante este acto tan sencillo, pero a la vez tan significativo.

Y así lo hicimos. Se pasó este día sin demasiado que reseñar, salvo la baja participación, hasta que por fin se dieron a conocer los resultados de las elecciones. Y entonces vino el gran cataclismo. Partidos históricos, de gobierno, clásicos, de anquilosadas estructuras, anclados a un modelo del siglo pasado, alejados de la realidad, aquejados del denominado “síndrome de la Moncloa”, veían como los ciudadanos le daban la espalda de forma clara y contundente. Han perdido de forma muy importante el apoyo ciudadano, tanto por aumentar los abstencionistas como por el cambio importante del sentido del voto de quienes lo hacen.

Se da inicio a una serie de interpretaciones que intentan justificar lo sucedido. Unos anuncian cambios internos, congresos extraordinarios, mayor participación,..etc. Otros no se dan por aludidos y sienten legitimación para seguir tras asumir su jefe la responsabilidad, otros como han crecido están contentos, aunque las expectativas eran mejores, algún nuevo partido aparece en escena de forma inesperada, sacude el panorama y genera una autentica crisis institucional a los grandes partidos. Vamos, que a todos les afecta en mayor o menor medida lo que los ciudadanos han dicho de forma contundente: hay descontento y se piden cambios.

Me temo que pasarán unos días, los “tertulianos y analistas” habituales explotarán al máximo el tema, volverán las aguas a su cauce, y los de siempre pensaran que se terminó el problema. Ingenuos ellos. Lo que se producirá es una nueva siembra de descontento, de desafección política, mayor crisis social, y en definitiva un abono extraordinario que culminará con un profundo cambio en el marco de las siguientes elecciones, esas más cercanas, las de comunidades y ayuntamientos. 

Los ciudadanos, a lo largo de estos últimos meses, han demostrado en la calle una y otra vez que se quiere un cambio, que quieren ser escuchados, que desean participar en la gestión y definición de nuestra sociedad, de nuestra administración, que tienen opinión y que es tan válida o más que las de los gobernantes. ¿Lo entenderán así estos? Creo sinceramente que no. Y esta ceguera y sordera voluntaria hará que su final sea más duro, pues se irán, o mejor dicho se les echará sin que sean capaces de entender el porqué. 

Esta reflexión en alto que hago y publico me la aplico a mí mismo. Creo que también otras organizaciones que representan a colectivos, sean colegios, sindicatos, sociedades, etc. debemos ser capaces de entender lo que está sucediendo y cambiar las cosas siguiendo lo que nos dicen los interesados. Sera complicado, será duro, y costara mucho, pero ver el problema y hacer un correcto diagnóstico es el camino para poner un correcto tratamiento y lograr superar esta grave situación que pone en riesgo la supervivencia de instituciones que, en estos momentos, son más necesarias que nunca.

“Los votos deberían pesarse, no contarse” (Friedrich von Schiller, 1759-1805, poeta y dramaturgo alemán). Y deberían seguir pesando durante toda la legislatura.

Julián Ezquerra Gadea,
secretario general de AMYTS